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Griegos
En las alturas insondables de la Sierra de Albarracín, donde el cielo y la tierra se encuentran en un abrazo eterno, descansa Griegos. Este pueblo de ensueño, uno de los más altos de España, cautiva con paisajes que desafían la lógica, invitándote a sumergirte en un mundo donde la naturaleza despierta asombro.
A más de 1600 metros sobre el nivel del mar, este pequeño pueblo, con apenas 140 almas según el INE 2022, es sinónimo de autenticidad y conexión con la naturaleza.
El aire puro y revitalizante de Griegos abraza el alma mientras el paisaje se despliega como un lienzo espectacular de la Sierra de Albarracín. En el casco urbano, la Iglesia de San Pedro Apóstol y San Pablo, testigo de los siglos en mampostería, resurge con gracia tras la devastación de la guerra civil. A su lado, la Ermita de San Roque, del siglo XVIII, comparte su historia marcada por la reconstrucción.
Despliega sus tesoros naturales como joyas en la corona de la Sierra de Albarracín. Desde las Fuentes de Pedro Sotos hasta los pinares de Pino silvestre en la Muela de San Juan, cada rincón cuenta una historia de frescura y vida. La Dehesa Boyal, uniendo Guadalaviar con Griegos, es un verdadero tesoro vegetal de interés.
En sus entrañas, Griegos alberga yacimientos que narran la transición entre la Edad del Bronce y la época ibérica. El Cuarto, El Cabecillo de los Moros y El Castillejo son vestigios que conectan con un pasado ancestral, enriqueciendo la esencia de este rincón rural. En Griegos, la autenticidad se entrelaza con la historia y la naturaleza, creando una sinfonía que resuena en cada rincón de este pueblo de alturas que desafían el tiempo.