La senda del Camino Natural despierta los sentidos desde el mismo inicio, junto a la huerta de los Escolapios, donde un panel informativo anticipa la maravillosa travesía que nos aguarda. Siguiendo la senda paralela al río, contemplamos las majestuosas murallas, la Torre del Andador y el antiguo Edificio de los Escolapios. Con la catedral y las casas colgantes como testigos, ascendemos por zigzagueantes caminos hacia miradores que revelan la grandiosidad de Albarracín. 

La historia de la ciudad, independiente y sitiada en distintas ocasiones, se refleja en los muros defensivos que atraviesa el sendero. El recorrido nos sumerge en la riqueza natural del entorno, ofreciendo vistas panorámicas y atravesando puentes que conectan con la historia de Albarracín. 

La ruta, salpicada de norias, antiguas construcciones y pasarelas, nos conduce por la piedra caliza y las pasarelas suspendidas sobre el río Guadalaviar. La Huerta Vieja, hábitat de diversas especies animales y vegetación de ribera, revela la biodiversidad del paisaje. Descendemos por las pasarelas hasta sumergirnos en el río Guadalaviar, explorando cada rincón del entorno fluvial. El camino culmina con la contemplación de puentes, el antiguo Molino de Rey y el ascenso opcional por el Portal del Agua, permitiéndonos disfrutar de la historia y naturaleza que envuelven Albarracín.